Haz que valga el esfuerzo, no la pena.
- ¿Cuánto tiempo crees que vas a vivir? Cuando la muerte está a la orden del día y lo más seguro de estar vivo es dejar de estar-lo?
- ¿Cuántos años de vida desperdiciados queriendo vivir la vida ajena..?
- ¿ Cuantas metas no logradas por distracción o cansancio?
La vida no para, el mundo no cesa de girar –contigo o sin ti-.
¿Cuánto tiempo perdido en la cámara hiperbárica conservando una imagen falseada, aferrándose a los falsos amigos de la vanidad, la codicia, la envidia, el orgullo y el rencor..?
La vanidad, se paga con la enfermedad, la codicia se cancela con el precio de la pobreza y la miseria, la envidia es una droga, el envidioso no controla el deseo insaciable de su envidia, la víctima de esta adicción –el envidioso- no quiere lo que la otra persona tiene, solo quiere que no lo tenga. La envidia se muere con el envidioso, o, se vence por actos concretos de caridad y generosidad sincera. El orgullo lo aniquila la humillación, y el rencor es anulado -por completo- por el perdón.
Cuánto tiempo crees que vas a vivir, si vivimos muriendo, un día –más- de vida es un día menos ¡Haz que valga el esfuerzo, no la pena! El esfuerzo da frutos, la pena solo es dolor y sufrimiento. El dolor es inevitable para “los desterrados hijos de Eva” pero, sufrir siempre es y será una opción.
¡Haz que valga!
Gracias por leer-me
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