¿Será posible
que tu ausencia
la sienta más
que tu presencia?
...Duele...
El alma duele.
Pasé mala
noche:
dormí a sorbos
amargos
en mejunje de
limón,
duele mi pecho
atravesado.
Dolor que
oprime (tormento, más de físico)
dolor punzante,
dolor que pesa:
tu
no-presencia.
Sé, en mi
fondo doloso
que no
llegarás,
que siempre
hay prioridades -ante mí en ti-
distracción es justificación.
Pero, igual duele,
me duelo de mí
mismo
mendigar –agota-
¡unas gotas
más de lo poco!
¡Ay, mi
corazón reseco, resquebrajado, desértico!
Corazón de
alma sedienta
sé, que no
vendrás,
pues nunca te
tuve.
Nunca estuve
en ti
No estuviste –
aquí-
No estarás -por
ti-
Yo estoy (eso siento) – tú no
estás (eso creo)
Cuando de amar
se trata:
La reciprocidad
...es menester
Al Amor
Que nunca
Llegó
¡GRACIAS POR LEER-ME!
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