martes, 12 de enero de 2021

Esa gente

 


- No sé porqué hay quien se queja del encierro y el confinamiento, las fallas de luz y los problemas con el internet...

Yo, conocí a una señora muy pintoresca que vive en la cocina, se hace llamar "mamá" huele a flores, fritanga y jabón, y hasta me enseñó a hacer arepas en estos días.

También hay un señor, pisapasitos en el patio, al principio silencioso, de mirada escudriñadora, se dice llamar "papá" y el tipo le mete a la mecánica, la plomería, la electricidad, nada bota y casi todo lo recicla en su guarida o lugar sagrado en el patio de atrás (un tarantantín de cachivaches del que saca desde un clavo hasta un electrodoméstico)  tiene aliento añejo, pero ¡es de lo más pana el Bro!

Estos dos primeros especímenes se levantan con la aurora, casi siempre rodean la casa como marcando terreno haciendo unos ruidos tribales con las ollas, son algo salvajes pero muy amables luego del primer café de la mañana.

Otros más taciturnos ahuyan con la fallas del wiifii y peor cuando consumen todos los datos de sus teléfonos, estos son tan variopintos como número, género, especie y reino, se hacen llamar hermanos, sobrinos, tíos y primos; cuando levantan la mirada parecen confiables -pero, aún me estoy familiarizando-,   he logrado presenciar -de cerca- ritos de iniciación como: mirar al cielo estrellado en la penumbra de la noche sin luz eléctrica, la manada de extraños que se autodenominan  "familia" han arrojado patrones de conducta afable, dando incluso indicios de inteligencia, humor y afecto.

En ocaciones han intercambiado historias,  y hasta se consuelan en sus tristezas, nunca falta la expresión resollante del señor mayor que huele a lana, cartón y tabaco húmedo, le dicen "abuelo" silente de mirada larga, siempre cerca de alguna ventana, la manada afirma que todo le recuerda a "la abuela" ella fue un miembro del clan que logró impactar en la conducta de algunos de los individuos más destacados, tengo dos recuerdos de ella: su perfume aceitoso a flores silvestres y su manera particular de fumar: con la candela pa'dentro, ella ya cumplió su ciclo de vida, aunque sigue presente en la memoria de "el abuelo" que parece que todo le sabe, le huele y le recuerda a ella.

Esa gente extraña, con el paso de los meses, el encierro, y la irremediable convivencia al verme rodeado por su influencia han afectado mi comportamiento: me parecen cada vez más agradables, hay días en que hasta se me olvida el teléfono y se acumulan más de 1000 mensajes ¡O, hasta más!

Ya no sé qué día es, todos los días parecen domingo...

Con todo esto, retomé proyectos pospuestos por la rutina de mi trabajo -cuando se podía salir- y hasta he vuelto a dibujar como cuando soñaba con ser otro Picasso.

El internet, la pc, el teléfono, la tablet o cualquier otro medio electrónico solo son una herramienta, no una herradura.


Gracias por leer-me

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RenizConZ

Corazón de madre